A miTaD dEL aYuNo

4º día de ayuno. Muero de hambre. No sé dónde quedaron los días en los que cuanto menos comía, menos hambre sentía. Eso sí, estoy segura de que quiero continuar. Nunca había hecho un ayuno más allá de cuatro días, así que mañana y el domingo serán todo un reto. Bebí el miércoles y hoy lo haré otra vez, así que dentro de lo que cabe tampoco es tanta cantidad de alcohol. He perdido algo más de un kilo en tres días, no es suficiente pero no me voy a obsesionar.

El miércoles hicimos una cena. Juro que prepararon la comida más deliciosa que haya visto jamás. Hubo un momento en el que nadie hablaba, sólo se escuchaban los sonidos de placer al saborear la comida y yo no sabía dónde meterme. Pero fui fuerte y me controlé, así que estoy superorgullosa. Estaba el novio de mi amiga que había intentado buscarme un tío la semana pasada y me preguntó si me acordaba de lo que había pasado. Por supuesto, las cosas que sientan mal no se olvidan. Y va el muy cabrón y cambia la historia y dice que él se había ofrecido una vez a buscarme un chico y que había sido yo la que se lo había pedido un montón de veces. Me puse roja como un tomate delante de mis amigas. ¿Pero qué mierda te estás inventando? ¡Deja de beber! Claro, como soy la borracha del grupo, no me creyeron, le creyeron a él... ¡Desquiciante! Y es que encima luego me llevó a casa en coche y me volvió a decir que la próxima vez que saliésemos él se encargaba de presentarme a alguien. ¿Me estás vacilando? ¿Me lo dices ahora que no hay nadie delante? ¿De qué coño va ese tío? ¡No me entra en la puta cabeza! Total, cabreo y poner cara amable cuando lo que en realidad quería era matarle y cortarle a trocitos...

Ayer fui de compras. Fue un error porque pasé por una gran cantidad de tiendas con pan, chocolate, patatas fritas, bocadillos... Me creó una gran ansiedad que todavía continúa. Esta noche, fiesta. Seguro que paran a comer a mitad de la marcha para cenar, por lo que espero ser muy muy fuerte para no caer en la tentación.