Me invade una sensación de caos constante... No sé poner límites... Idealizo a las personas aunque las acabe de conocer... Mis relaciones personales se caracterizan por su inestabilidad... Vivo en los extremos de la realidad: en un TODO o NADA , en una ingenua credulidad o una desconfianza paraonoide, en el AMOR o en el ODIO... Intento autodestruirme desesperadamente...

domingo, 29 de enero de 2012

58 y CoN gAnAs De MÁs

No me lo creo ni yo, pero he recuperado el control. Después de diez días en el más absoluto reposo, nueve de los cuales me he dedicado a darme atracones constantes, pensé que jamás sería capaz de centrarme y que recuperaría todos los kilos perdidos. Pero no, ha sido duro, pero he vuelto a la carga. El primer día que retomé el ejercicio por poco me muero: mi cuerpo temblaba, tal cual. Todavía no quiero forzarme y estoy con una hora y media de cardio al día, poco a poco subiré a las dos y media.

Y, cómo no, el universo siempre está ahí para joderte. Justo el día que decidí comer bien, mi madre va y hace una compra enorme llena de comida hipercalórica, hay que joderse. Cuando estaba mala, tuve que salir yo a comprar porque no había nada de nada, lo juro, ni una mísera aceituna en la despensa y cuando ella compraba, no traía ninguna guarrada y ahora resulta que compra galletas y paquetes de patatas hasta reventar el mueble. Menos mal que he sido fuerte y no he caído. La verdad es que me siento mucho mejor cuando hago las cosas bien, como lo que debo, hago gimnasia... Entonces, ¿por qué me empeño en sabotearme a mí misma? Y no es sólo eso, sino que yo en realidad quiero estar delgada. QUIERO ESTAR DELGADA. No en mi peso como estoy ahora, sino delgada y punto. Sé que no me dará la felicidad, pero ya tendré algo de camino ganado.

Lo malo: estar con estas idas y venidas, dietas hipocalóricas y atracones, pasar del blanco al negro están haciendo que no baje de peso como debería. Ahora mismo peso 58, pero no es real. La primera vez que alcancé este peso con dieta sana estaba algo más delgada que ahora. Incluso me veía mejor con 59 que con los 58 de ahora. Estoy hinchada, con mala cara y me siento pesada. Está claro que mi cuerpo no me va a dejar recuperarme fácilmente, me está dando un toque de atención que por mi bien debería escuchar.

domingo, 22 de enero de 2012

EsTo Es EsPaRtA

Por Satanás, ¡cómo odio los códigos de verificación que aparecen para poder dejar un comentario en los blogs! ¿Aparece en el mío? ¡¡Decídmelo que lo quito ya!!

Llevo toda la puta semana de reposo, sin moverme de la cama (ya que si estoy en el salón se me acusa de fingir, así que mejor ni me paso...) y enganchada a Internet. Miento, he sido capaz de vestirme y salir a la calle a comprar guarrerías, chocolate sobre todo. Y para qué, me pregunto yo, si no noto el sabor de nada con el trancazo que tengo. Pues no lo sé, no lo sé y además quebranté mi regla número uno: si no haces ejercicio, no te metas nada de más en la boca, coño, que pareces gilipollas. Pero es en estos momentos cuando me doy cuenta de que existe un motivo que desconozco por el cual como: si no es por hambre, ni ansiedad, ni gula, ¿por qué coño es? Para más inri, hace unas semanas me uní a un grupo de Body Combat en Tuenti y hoy, la compañía que realiza las sesiones, Les Mills, ha solicitado mi amistad. Me he sentido como una mierda: yo zampando mientras veo vídeos en Youtube y anunciándome como una persona que hace ejercicio a tope, en fin...

¡Encima el Xenadrine no llega! Estoy ya que me subo por las paredes. Tuve que mentir a una chica de mi clase para poder mandarlo a su casa. No quería hacerlo y menos cuando es la única con la que parece que me llevo bien, pero el paquete no puede llegar a mi casa de ninguna de las maneras, con lo cotillas que son, qué va. La cuestión es que si no está el lunes aquí, no lo tendré hasta el 6 de Febrero porque esta chica se va de la ciudad y no volverá hasta que empiecen las clases :( Espero que eso no pase. De todas formas no pienso pesarme hasta que me encuentre bien conmigo misma, paso de llevarme el susto pesándome mañana, después de una semana de pereza absoluta, azúcar en abundancia y con la regla. ¿Para qué? ¿Para que me dé un síncope y me quede en el sitio? Es tontería.

Para colmo de los colmos, tanto navegar por la red (y el cierre de Megaupload, no nos engañemos) ha hecho que encuentre una nueva diva a la que desearía matar. Siempre he dicho que a mí ver fotos de sílfides no me anima nada, más bien hace que me den ganas de suicidarme y ésta no es la excepción: Kat Von D.


Debería ponerme a estudiar italiano, ya que mañana tengo el primer examen y no he cogido un puto libro (aparte de no haber ido a clase por el catarro...), pero creo que primero voy a verme un capítulo de LA Ink. Total, ya qué más da.

martes, 17 de enero de 2012

Te VoY a BeSaR, ¿vALe?


Tengo un catarro descomunal: no puedo respirar, ni tragar, casi no puedo hablar, me duele la cabeza y me lloran los ojos. Llevo todo el día en el sofá viendo la tele y para colmo va mi madre y me dice que tan mala no estaré, que si así fuera estaría en la cama y no viendo la tele. ¿Hola? ¿Soy la única que se tira en el sofá cuando está enferma? Porque a mí me parece lo típico que hacen los enfermos, a ver si voy a ser la única. Encima le he pedido que fuese a comprarme algo a la farmacia y me ha contestado que vaya al médico (¡qué lista es, coño!) Le he dicho que me han dado cita para dentro de 9 días (vamos, que me muero por el camino y ni se inmutan los muy cabrones) y que tenía que estudiar esta semana, que por favor me comprase algo tipo "Frenadol" y se ha negado. Yo no entiendo nada, de todas las veces que le he pedido algo y ha pasado de mí, ésta se lleva la palma de lejos. Joder, que la puta farmacia está justo al lado de la parada de autobús en la que ella se baja cuando sale del curro, ¡que no le cuesta ningún esfuerzo! ¿Qué tipo de persona se niega a comprar un medicamento a alguien que está malo? ¡¡¿Quién?!!

Lo más probable es que este catarro venga del sábado, cuando salí con mi prima. Quedamos con un amigo suyo, que a su vez llevó a su jefe, un italiano de treinta y muchos que dirigía una escuela. A los 5 minutos de conocerme, ya estaba ofreciéndome trabajo, muy fuerte, y al rato los dos me dijeron que si quería unirme a su grupo de música. Respondí que no tenía ni idea de cantar y ellos insistieron diciendo que sería como segunda voz (¿Esto era en serio?) Les dije que yo con la alcachofa de la ducha era una artista, pero con un micro la iba a cagar fijo y contestaron que seguro que quedaría genial con un micro, mejor de lo que yo pensaba y que me animara. A ver, que venga ahora alguien y me diga que la apariencia no lo es todo. Con la crisis que hay, el tío va y me buscaría plaza en su colegio y, aún dejando bien claro que canto como el culo, ellos estaban empeñados en que me uniese al grupo. Yo flipando, claro. Y para rematar, al final de la noche, el italiano se ofrece para llevarme a casa, cosa que jamás de los jamases me ha pasado, pero, obviamente, hacía siglos que no pesaba los 57 que peso hoy (sí, esta mañana 57 otra vez, pero con este catarro no he parado de comer y encima no he hecho ejercicio... ¡Peligro inminente!) Sinceramente, a mí no me hacen falta más pruebas, desde que empecé a adelgazar la gente me presta muchísima más atención... Triste, pero cierto.

Mi prima juraba y perjuraba que no quería nada con su amigo, pero me abandonó completamente y me quedé bastante tiempo a solas con el italiano, que en principio bien, pero tenía un rollo que no me hacía sentir muy cómoda y me apetecía bastante pirarme de allí. Total, que le conté mi vida en verso porque estaba supersobria y el tiempo se me pasaba muy lentamente. Hoy por hoy, ese hombre sabe más de mi vida que cualquier compañero de la uni con los que llevo 4 meses, no me jodas. Intentó besarme con la excusa de averiguar si sentiría algo diferente al tener yo un piercing en el labio. Después de hacerme un interrogatorio sobre el tema, me soltó: "Te voy a besar, ¿vale?" ¿Pero qué coño...? Me aparté y le dije que no, que no valía y que era hora de irme, que iba a llamar a mi prima, pero me pidió por favor que no le cortara el rollo a su colega. Accedí y estuve más de una hora sentada en un banco a la intemperie escuchando comentarios del tipo "Lo que tienes entre las piernas te va a dar poder para hacer lo que quieras" Joder, joder, joder, qué estrés. Total, que llegó la pareja desaparecida en combate alegando que sólo habían estado hablando (¡Me cago en todo! ¿Y para que ellos hablen aguanto yo hasta las 7 de la mañana en la calle y encima me cojo un catarro?) y el italiano va y suelta "Pues nosotros acabamos de echar un polvo ahí detrás que lo flipáis" Tío, ¿no vas a parar nunca? Me lleva en coche y después de contarme no sé cuántas anécdotas sexuales de la Historia, me pregunta que quién dejó a quién en mi última relación. ¿Relación? ¿Qué es eso? ¿Y por qué tenía que darle explicaciones yo a ese hombre que acababa de conocer? Pensé en mentir, pero no me salió:

- Nunca he tenido novio-dije
- Joder. ¿Nunca?
- Sí, nunca.
- Pero espera un momento, ¿cuándo te dije que te iba a besar dijiste que no porque no querías o porque nunca te han besado?

Tierra trágame y no me dejes salir nunca más a la superficie. La respuesta idónea hubiese sido "Fue porque no me salió del coño", pero como estaba roja como un tomate me salieron una serie de explicaciones estúpidas que sonaron falsas de cojones, puesto que cuanto más te justificas de algo peor suena. ¿Cómo alguien puede pensar antes que nunca me han besado a que tengo algún tipo de problema relacionándome? Total, que al final de esa noche saqué momentos muy incómodos, un catarro y ni siquiera conseguí curro porque a mitad de una conversación se me escapó que no me gustaba trabajar, que sólo lo hacía para vivir, y él dijo que no le gustaba esa actitud, así que ya no era una candidata apta... Eso sí, el tío me pidió el número cuando me bajé del coche. ¿En serio?

sábado, 14 de enero de 2012

LiBrE

Después de Navidad, tuve una semana de clase repleta de exámenes y ahora la Universidad nos da tres semanas libres en las que tendrán lugar los exámenes finales para aquellos que no han superado la evaluación continua. No es mi caso, soy 100% libre. ¡Todo aprobado! ¡Y sin dar palo al agua en vacaciones! Por cierto, tuve que hacer una presentación de un libro en inglés y en mi opinión fue un fracaso porque noto muchísimo cómo he empeorado desde que vivía en el otro país, pero se ve que el profesor se conformó y me puso un 9 y además me dijo que mi nota de la asignatura era la segunda mejor de la clase. ¡Toma! Normalmente no me emociono demasiado por las notas (ni tampoco me entristezco si son malas), pero con las pocas emociones que hay en mi vida últimamente y encima haber engordado, me sentí pletórica. Y diréis, ¿la segunda mejor? ¡Pues vaya mierda si no eres la primera! Me la pela, prefiero ser la segunda antes que la tercera y encima tengo asumido que siempre habrá alguien mejor que yo en todo, así que para mí es una victoria.

Ahora bien, estas tres semanas me acojonan porque cuando no tengo una rutina pierdo el control sobre la comida. Podría centrarme en los exámenes de la Escuela de Idiomas, pero dedicarme a estudiar me la come tanto que seguramente acabe comiendo, así que no es una opción recomendable. Por eso había decidido apuntarme al gimnasio, pero resulta que ayer fui a pedir información y las plazas para ir en horario libre ya estás cogidas, la única manera de ir sería escogiendo un horario indiscutible de hora y media de ejercicio diario. ¡¡¿Quéeee?!! ¿Que no puedo hacer más de 90 minutos de cardio al día? ¿Qué coño es eso? La tía me soltó que lo normal es hacer la rutina de ejercicios en ese tiempo, pero lo que ella no sabe es que a mí me resbala lo normal, por no decir que me engorda. ¡¡¡Que con esa hora y media no quemo ni el yogurt desnatado de las mañanas, oiga!!! Total, que ahora me debato entre apuntarme sólo por el hecho de no quedarme en casa, decidir salir a correr como hacía el año pasado (cosa que me da bastante pereza) o seguir haciendo ejercicio en casa por las tardes, que se me trastoque el sueño e intentar controlar lo que como (que va a ser casi imposible) Hoy en mi calendario motivador faltan exactamente 19 días para que termine mi plan (básicamente porque luego voy a Madrid unos días y eso ya va a ser el descontrol máximo jamás conocido), estoy en 59 y espero, deseo, quiero llegar a los 56 cuando acabe. ¿Creéis que es posible teniendo en cuenta que voy a estar al pie de las tentaciones y sin nada que hacer?

Esta noche salgo con mi prima y caerán un par de cervezas. Nada más, el alcohol ya lo tengo controlado y sobre todo cuando salgo con ella. Normalmente si me emborracho me trata cual niña pequeña diciendo que no me pase, cuando tenemos la misma edad y encima ella va igual de pedo que yo. ¡Ah! Estuve hablando con mi excompañera de piso de Madrid, y seguramente iremos a "La posada de las ánimas" cuando esté allí, la discoteca que suelen frecuentar lo de "Mujeres y hombres y viceversa" ¡Me parto! A ver, a ver, que quede claro: los ambientes pijos, caros y elitistas no están en mi lista de preferidos, pero sólo por las risas que me voy a echar si veo a alguno del programa va a merecer la pena y no precisamente porque los idolatre.

viernes, 6 de enero de 2012

Me RíO dE La BáScULa

61. He cogido 4 kilos en 6 días. Tal cual. El 31 pesaba exactamente 57, que no era el 55 que quería, pero ya me costaba lo mío mantenerlo y seis días después... Desastre. Tenía la esperanza de no ver el seis nunca más, pero de nuevo la existencia me hace darme cuenta de mi gran nivel de estupidez. Venga ya, venga ya, no me jodas... Y de verdad que no entiendo como hay gente que se pone a dieta, se la salta un par de semanas, no hace nada de ejercicio y a lo sumo cogen dos kg. ¡Si es que tengo una negra de la hostia! Hoy ya tuve que reírme delante de la báscula porque no es normal que me pegue un mes entero para bajar dos kg y coja cuatro en seis días, coño. ¡Que a este paso en dos semanas recupero todo lo perdido en cinco meses! Lo malo es que en el fondo estoy satisfecha de haberlos subido para poder decir con la boca grande que todo lo malo me pasa a mí, que no son imaginaciones y que mi demencia está justificada. ¡Es para tirarse de los pelos!

Siempre soy muy precavida hablando del peso con la gente que me rodea porque ya me han visto adelgazar muchas veces y volver a engordar, así que esta vez no conté a casi nadie que estaba a dieta. La gente que veo a diario se dio cuenta sola y los amigos que tengo en otras ciudades no sabían nada hasta hace poco que se me ocurrió abrir la bocaza y alardear de lo mucho que había bajado. Y en un mes voy a Madrid, me van a ver y tengo pánico de volver a engordar y que no se note nada en absoluto todo el esfuerzo que he hecho. Para rematar, la ironía del asunto es que he dejado de salir muchas veces para no engordar, por lo que hay gente que no ha llegado a verme con 57 y ahora que es cuando me toca que todos me vean después de bastante tiempo, ¡voy a estar gorda nuevamente! Qué mierda. Qué mierda todo.

Mi madre ya está hasta la polla de oírme hablar de mi peso, hoy me soltó un "Estás obsesionada. Llevas toda la tarde hablando de lo mismo" Pues sí, joder, porque me toca los cojones. He estado todo el período de Navidad pensando en el peso y no he estudiado nada, ahora vienen los arrepentimientos, pero para nada porque tras una semana de clase, habrá finalizado el cuatrimestre y volveré a pensar sólo en la dieta. No me importaría si al menos bajara, pero es que esto es un sinvivir. He decidido comprar Xenadrine (40 pavos que me van a clavar...) para ver si optimizo los resultados del ejercicio, que la otra vez que lo tomé no hacía ni dieta ni gimnasia y no engordé nada, así que ahora espero bajar bastante.

miércoles, 4 de enero de 2012

¿Es QuE eStAs NaViDaDeS nO sE aCaBaN nUnCa?

Ya no puedo más: estoy de polvorones, turrones, picoteos, dulces y cenas hasta el gorro. Jamás un período de no hacer nada se me había hecho tan largo. Y digo de hacer nada porque yo no estoy haciendo nada, no porque no tenga nada que hacer. La próxima semana tengo dos exámenes y una presentación oral de un libro y ni siquiera me he empezado uno de los dos que debo leerme. No tengo ni puta idea de cómo me lo voy a montar para hacerlo todo estos días, sólo puedo pensar en comer. Y es que mi plan del calendario funcionó que te cagas, pero llegó Nochevieja y me harté en la cena. Se suponía que era una ingesta permitida y no me ocasionó ningún dolor de cabeza, pero mi puto problema es que yo no puedo saltarme la dieta un día y parar ahí, yo tengo que seguir hasta reventar los días siguientes. Total, 59 kilos otra vez. Intento que no me afecte, ser una persona madura, racional, respirar hondo y pensar que los bajaré, pero es que me jode en el alma. ¡Quiero pesar 55 ya, hostias! Lo que más rabia me da es no haberme tomado ni una puta cerveza en todo este tiempo ni haber quedado para tomar algo porque estaba a dieta y luego meter la pata de esta manera. ¡Soy gilipollas! ¡Y necesito cogerme una borrachera!

Llevo más de un mes sin dejar de hacer ejercicio ni un solo día, la media es de 2 horas y media diarias y aún así he engordado, así que imaginaos lo que he debido de comer. Ahora estoy con un vídeo de Body Combat, que me encanta, estoy enganchadísima fingiendo ser una experta en artes marciales, pero creo que a mitad de mes me apuntaré al gimnasio porque es la época de exámenes, por lo que no tengo que ir a clase y no quiero repetir la situación de estas dos semanas. Hoy se me hace cuesta arriba incluso hacer ejercicio, que es lo que me ha mantenido viva últimamente, pero estoy tan cansada, tan tan cansada... No físicamente, ojalá, es mi mente la que me agota.

Para rematar, eché un vistazo a los regalos que mi madre me compró por Reyes. Lo hago todos los años para no poner cara de asco cuando abra una cosa que he dicho por activa y por pasiva que no quiero o no me gusta, así ya no me llevo la sorpresa y puedo decir amablemente que lo voy a cambiar. Este año no es diferente, la ha cagado bien cagada, excepto por el cepillo de dientes eléctrico. Mira que le dije que no comprase nada, que en todo caso yo en las rebajas le decía lo que quería, pero nada, ella en sus trece. ¿Tan difícil es entender que no quiero acumular mierdas? ¿Que sólo quiero vivir con lo que me haga falta? ¿Que no tengo espacio en mi puta habitación ni para un alfiler y que me agobia meter más chorradas? Le he dicho mil veces que mi filosofía es vivir con lo justo y necesario porque los bienes materiales no me hacen feliz, pero como no me escucha...


Me voy a sudar un rato, aunque para lo que voy a quemar me dan ganas de quedarme en el sofá (quizás me quede, creo que me quedo) Empecé el 2012 muy mal, cosa que creo es común en la blogosfera por lo que he podido leer, esperemos que lo que mal empieza, bien acaba.