Me invade una sensación de caos constante... No sé poner límites... Idealizo a las personas aunque las acabe de conocer... Mis relaciones personales se caracterizan por su inestabilidad... Vivo en los extremos de la realidad: en un TODO o NADA , en una ingenua credulidad o una desconfianza paraonoide, en el AMOR o en el ODIO... Intento autodestruirme desesperadamente...

martes, 10 de diciembre de 2013

SeXo De UnA nOcHe

El viernes pasado un compañero de Erasmus me invitó a su cumpleaños. El ambiente molaba mucho porque había gente de procedencias diversas y me recordó un poco a mi estancia en el otro país. No podíamos quedarnos en su casa hasta tarde, así que pasada la medianoche nos fuimos a un garito. Me acerqué a hablar con el cumpleañero, que a su vez estaba hablando con un austríaco que no había visto antes. No sé si fue el alcohol o qué, pero juro que fue un flechazo. El tío me echaba unas miradas bestiales. Solo nos dijimos dos palabras y yo ya sabía que le gustaba por cómo me miraba. Nunca me había pasado algo así. Me quedé sin palabras y lo único que podía hacer era sonreír tontamente. Recuerdo que durante un rato ni siquiera había conversación, sólo sonreíamos. Yo a esas alturas ya iba bastante contenta y lo siguiente que tengo claro es que estábamos él y yo solos y empezamos a besarnos, lo que me resultaba supernatural porque era obvio que iba a pasar. No paraba de decirme lo guapa que era y... ¡besaba tan bien! Era muy dulce, no como los españoles. La gente empezó a hablar de ir a una discoteca y yo le pregunté qué quería hacer. Respondió que lo que le apetecía era ir a su casa conmigo. Algo que tenéis que saber es que yo jamás me he acostado con un chico que acabase de conocer, pero también es cierto que llevo mucho tiempo sola, sin amigos, subiendo y bajando de peso y eso te mina mucho la autoestima y la moral. En fin, que acepté. 

Durante todo el camino fui incapaz de pronunciar palabra. ¡Estaba acojonada! Llegamos y me fumé un cigarro cuando yo, de hecho, no fumo. Todo para acabar con mis putos nervios. Fuimos a su cuarto, nos besamos, nos desvestimos y... ¿qué recordé? ¡Que no estaba depilada! ¡Ay, coño, qué trauma! Eso sí que para mí es inaceptable, pero ya no podía dar marcha atrás, así que le pedí que apagase la luz a ver si con suerte no se daba cuenta. Algo casi imposible porque no es que no tuviese hechas las ingles, es que tenía pelos en las piernas para hacer trenzas. Un horror. Total, que el chico fue supermono, en plan preocupado porque yo disfrutase, aunque no pude con tanto nervio y preocupación por mis pelos. Juro por Satanás que ni siquiera sentí su pene dentro de mí y eso que no era precisamente pequeño. ¿Os ha pasado eso alguna vez? Me vi obligada a fingir un orgasmo, me dio mucha vergüenza, nunca me había visto en esa situación. Es lo que tiene ser una puritana como yo. Para colmo no podía hacer ruido porque sus compañeros de piso estaban durmiendo y el austriaco me tapaba la boca. Una escena. Lo que no predije es que, al acabar y como es normal, el chico encendió la luz y se me quedó mirando mientras estaba tirada en la cama. ¡El peor rato de mi vida! Se me hizo eterno, no sabía dónde meterme. ¿Qué habrá pensado de mi estética invernal? Luego nos fuimos a dormir y estaba literalmente temblando. El tío me preguntaba flipando si tenía frío, pero la verdad era que estaba temblando por lo que acababa de hacer, porque yo no soy así, no es mi estilo. Que ojalá lo fuera, pero me castigo demasiado mentalmente como para permitirme el lujo de acostarme con cualquiera. Le dije la verdad, que era la primera vez que hacía algo así, que yo en realidad buscaba novio, no rollos de una noche. Me suelta que era un poco difícil ser novios cuando se piraba en mes y medio.¡Toma pedazo de directa! Pues vale.

Se suponía que nos íbamos a despertar a las doce y media. Yo tenía que currar y él tenía una boat party. Esperaba levantarme y volver a hacerlo con él (si la lío, la lío del todo) y que me pidiese el teléfono para quedar otro día. Sin embargo, mi madre me llamó a las ocho de la mañana, insistiendo en esa manía suya de joder noches desde tiempos inmemoriales, y me estresé. Me vestí como buenamente pude, no sin antes despertar al pobre austriaco, que me acompañó a la puerta, y me piré. Así, sin más. Muy triste. Para colmo (que siempre hay uno), me encontré con la portera en el portal y me echó la bronca porque "los chicos del noveno siempre dejan el suelo sucio cuando vuelven de fiesta". Le dije que yo venía del cuarto y me respondió que si había estado con uno de Erasmus venía del noveno. Qué vergüenza, si sabía ella más que yo del chico, del que solo sé su nombre. Encima, con las prisas, olvidé uno de mis collares preferidos en su casa y ahora me debato en si debería pedirle el número a mi compañero de clase, a sabiendas de que podría ser bastante embarazoso o podría quedar de acosadora. De hecho, creo que me dará algo de corte cuando vuelva a ver en clase a los que me vieron besándome con el austríaco. Sus caras eran un poema.

Me despido desde mi casa con la bata puesta y todavía sin depilar. Total, ¿ya para qué?

jueves, 15 de agosto de 2013

En EsTaDo PuRo

Anoche salí de fiesta con una chica que conozco de hace unos meses de clase. Es bisexual y hace unas semanas me dijo que al principio le gustaba, pero que ahora solo quería ser mi amiga (como si le quedase otro remedio). Todo iba bien, yo con mi cerve y mi puntillo, pero nada fuera de lo normal. Entramos a un garito donde había una cola descomunal y, como con la entrada tenía una copa o dos cerves y me parecía criminal hacer la cola dos veces, me pedí una copa de vodka. Craso error. Si dejé el vodka fue por algo. Tengo una laguna desde que salimos del garito hasta que llegué a mi casa. Entonces recuerdo haber estado hablando con ella por WhatsApp.

Esta mañana leo la conversación. Un sinsentido en toda regla. Le pregunto que de qué estábamos hablando y, según ella, le dije a un amigo de su mejor amiga que "me llevase a su casa y me follara". Me rechazó. Luego besé a un casi mendigo. De camino al coche me deprimí por lo sola que estaba, me quejaba de que ningún chico me hacía caso y de que no había ligado en toda la noche. Ella asegura que le dije que me molaba, me rechazó y entonces la insulté. Literalmente la llamé gilipollas y lerda. Además mantiene que le espanté a varias tías en la discoteca. ¿Hola? ¿Qué? Primero, soy hetero. Seguro. Segundo, por muy borracha que una persona esté, siempre es algo consciente de lo que está haciendo. Yo jamás me declararía a una tía (o eso creo). Tercero, sí que recuerdo estar en el bar y ni de coña espanté a nadie. Si acaso, lo hice sin querer: estaba demasiado pedo para fijarme en quién miraba a nadie.Cuarto, la conversación que tuvimos por la mañana por el WhatsApp muestra, básicamente, que yo no tenía ni idea de insinuaciones ni insultos. Ella me hablaba cabreada y yo le contestaba que por qué estaba así e incluso le llegué a decir que si estaba mosca por haber intentado ligar con algún tío. Digo yo que una cosa es que no recuerde lo que pasó de fiesta al día siguiente, ¿pero cómo coño me voy a olvidar de algo que justo acababa de pasar? ¿Eso le ha ocurrido a alguien?

Conclusiones: todo es cierto y se debe simplemente a que estaba muy pedo, muy sola y muy loca. Pasó algo que esta chica se ha encargado de tergiversar o expresar desde su punto de vista, pero la realidad dista mucho de su versión. Todo es un malentendido. Y una última opción bastante plausible que tiene que ver con que últimamente todo el mundo habla de lesbianas y no quiere que la gente crea que es lesbiana y mi única amiga me dijo que ella creía que yo era lesbiana (y que encima acabó por romper mi única una amistad) y, por lo tanto, tanta mierda lésbica está volviéndome loca de remate.

Tuve que decir que no me acordaba de nada, darlo por cierto y pedirle perdón. Ella insistía en que lo que le había jodido eran los insultos, no lo demás, pero curiosamente no hacía otra cosa que pedirme explicaciones de lo demás. No me trago que con lo malhablada que soy se haya cabreado por llamarla gilipollas y lerda. Eso para mí es casi un saludo (¡Ey! ¿Qué tal, gilopollas?). No me jodas. La cuestión es que me siento avergonzada, impotente y completamente al descubierto. Además de infollable porque si todo es cierto ya no me quieren ni regalándome. Nunca dejo que nadie sepa lo sola que me siento y sé que lo de lanzarme al pobre desgraciado (y besar al vagabundo) era solo un intento de sentirme querida o guapa o las dos cosas. Pero es que ahora sigo sola, me siento fea y encima ridícula. Para colmo de los colmos (siempre hay un colmo...), una de mis primas estaba en la discoteca. Una que solo veo cuando me cojo los mayores pedales de la historia. Y mira que hacía años que no me cogía un pedal así, la cabrona tiene ojo. Y, aunque suene estúpido, toda esta historia hace que no me sienta merecedora de respeto. Siento que defraudo a mi familia con estas cosas, a pesar de que ni siquiera lo saben (excepto mi prima la oportuna). Lo peor de todo es que solo me siento yo misma cuando bebo.


PESO: 70 PUTOS KG  

(Y NO ME LOS PUEDO QUITAR DE ENCIMA)

sábado, 9 de febrero de 2013

HoY hE LeÍdO...

 

La obesidad indica sensibilidad exagerada.

Suele representar el temor e indica necesidad de protección.

Tal vez el temor oculta rabia y resistencia a perdonar.

 

Louise Hay


(Debería dejar de leer textos sobre gordura)

(Siento que son sólo una excusa para poder seguir comiendo lo que se me antoje sin remordimientos)

(A pesar de que en realidad me siento identificada con lo que leo)

 

domingo, 27 de enero de 2013

FoToS cUtReS

Anoche salí de fiesta y no me servía absolutamente nada de lo que tenía. Después de ponerme el uniforme (una falda que uso para todo y una nadadora que me queda pequeña), éste fue el resultado, aunque el modelito no me permitía quitarme la chaqueta para no sentirme repulsiva. Lo mejor eran las medias, pero siendo fiel a mi estupidez me las cargué al final de la noche.


FOTOS ELIMINADAS



Por la mañana fuimos a desayunar. Me comí un cruasán de jamón y queso y cuando estaba esperando el autobús, pasé por un 24 horas y me pillé un bocata. ¿Por qué no pude dejarlo cuando estaba llena? ¿Por qué tuve que desayunar dos putas veces? Llegué a casa sobre las 10, mi madre me había estado llamando y cuando intenté hablar con ella me mandó a la cama. Dijo que estaba borracha y que no quería escucharme. Y, vale, lo estaba, pero luego dirá que nunca le cuento nada. O me escucha cuando me sale a mí de la polla o nada. ¡Y cómo se atreve a mandarme a la cama con los 27 tacos que tengo! Me sentó muy mal. Necesito pirarme de esta casa, esto no es vida, me siento juzgada constantemente y no puedo ser perfecta.

No se me acercó ni Cristo anoche. Bueno, miento. Un compañero de clase de mi prima intentó liarse con ella, lo rechazó y luego lo intentó conmigo. Cómo duele ser el segundo plato, otra vez.