EsA pUtA mAníA

El finde no fue tan mal:

Viernes: Coñazo absoluto (y eso que estaba borracha) El pub al que solemos ir siempre estaba petado debido a un concierto, así que fuimos a otro que me gusta bastante, pero que es más caro. Luego fuimos a bailar y me di cuenta de varias cosas que no me gustaron nada por parte de mis amigas, pero como es reincidir en lo mismo ni siquiera lo voy a pensar demasiado, ya sé lo que hay. El resultado fue fingir que me lo pasaba bien + quiebra económica personal.

Sábado: Me parto la polla. La gente empeñada en que quedásemos para comprarle algo al chico del cumpleaños del domingo. Yo dije que iría, pero más tarde porque antes me iba de compras, pero como no me levanté precisamente con la autoestima preparada para una demolición brutal, me fui directamente a donde habían quedado los demás. Ni un alma. Llamo. Que pasaron de ir. ¿¿¿Hola??? Que el cumpleñaos es mañana... Ejem, ejem... Pues vale, la idea de comprar alguna estupidez para la fiesta no era mía, así que pasé de ir, me quedé tranquilamente bajo el sol en el parque escuchando música. Al final lo que hicieron fue comprar lo que se supone era una tarta, aunque en realidad era la Vienetta de toda la vida. Sí, Vienetta, el helado alargado de nata y chocolate... ¡Hay que ser cutre!

Domingo: Una fiesta de puta madre. Me levanté cansada (había estado viendo Skins hasta las tres de la madrugada... ¿A alguien más le gusta Sid? ¬¬) y encima tenía que ayudar a cocinar (Jajaja... ¡¡Yo cocinando!! ¡Qué ilusa es la gente!), así que iba mentalizada a pasarlo mal. Pero el lado positivo de no esperar nada bueno, es que todo lo que te encuentras te parece la hostia. Empecé a beber a la 1 de la tarde, me pasé comiendo, conocí gente nueva, bailamos Ska-P, nos pintamos la cara con chorradas y después salimos un rato. Probé una cerveza nueva que tiene más grados de alcohol que ninguna y me entró sola. Me habían dicho que una se tuvo que ir al hospital después de probarla y otra se pasó la noche vomitando. A mí ni siquiera me hizo efecto... Si seré alcohólica, coño... Lo único que me amargó la noche fue la puta manía de la gente de preguntar todo el rato si estás borracha (¿Qué pasa? ¿Que hasta que yo no diga que sí tú tampoco vas a decirlo?) y cuando dices que sí que no hagan más que repetir: "Mírala, que borracha va" (¿Y tú no? ¿O crees que mis borracheras son diferentes a las tuyas?) ¡Lo odio! ¡Juro que me revienta! Parece que siempre tienen que señalar a alguien que va más borracho que ellos para no sentirse mal (cuando a veces ni siquiera es cierto...) y además siempre intentan disimular su estado: "No, todavía voy bien. Me caí en el baño porque no estoy acostumbrada a estos zapatos y no pronuncio correctamente porque tengo una llaga en la boca" NO-ME-JODAS. Yo admito que estoy borracha cuando lo estoy porque si bebo es por algo, pero por lo que se sólo sirve para que te tilden de la borracha del grupo (cuando, que conste, sólo bebo una vez a la semana o dos si hay una ocasión especial)