Acabé saliendo con mi prima, su hermano y unos amigos alemanes que están aquí de Erasmus. Como no podía ser de otra manera, fuimos a dar con los únicos estudiantes de Erasmus que no se alcoholizan hasta caer rendidos... Putos cabrones aburridos. Terminé bebiéndome tres cervezas y un chupito a pesar de que sólo me podía permitir dos cerves, pero me lo merecía y el panorama me obligó a ello. Al día siguiente seguía en el mismo peso, así que no fue un desastre. Yo fui luciendo escotazo, ya que es lo único de lo que puedo presumir delante de mi prima, sílfide donde las haya, pero plana a más no poder.Y no sé porqué coño fue, pero juro que no me sentí en absoluto acomplejada por su presencia. Sé que a su lado ni dios me presta atención, pero me la peló. La vi poca cosa (¿Será que me está creciendo en superego por haber bajado unos kilos? ¡Si seré arrogante!) Ella estuvo en su línea: agradable pero tirando dardos envenenados. Es difícil de explicar porque no son cosas concretas, sino pequeñas indirectas que va soltando y te van minando la confianza. Por ejemplo, estábamos hablando de una de las asignaturas que tengo en la uni que se centra en la sintaxis y me dijo "A ver, dime, en la frase -OP es fea-, ¿cuál es el sintagma nominal?" ¿A cuento de qué escogería semejante oración? Yo lo tengo claro, sólo para joder. Y vale que es obvio que lo dijo en plan coña, pero a mí jamás se me ocurriría decir algo así, lo dijo porque sabe que me molesta. Otro ejemplo, yo llevaba una camiseta con botones en la parte superior y dejé el último de arriba abierto (nada exagerado, algo normal para salir de noche) y en un momento dado, se dedicó a tirarme un trocitos de papel al escote a ver si hacía canasta. ¿De qué coño va? Me la pela que sea tan flaca que no le crecen ni las tetas, si no le gusta que se opere y deje de faltar el respeto a los demás, no te jode. Para más inri, ahora dice que está pensando en acceder a la misma carrera que yo. ¿En serio? ¿No hay más donde escoger que tienes que copiarme? Ya me siguió cuando me fui a vivir a Madrid, cuando decidí aprender inglés, cuando me volví a mi ciudad y ahora también en esto. DEMASIADO. Pero lo curioso de la noche fue mi primo. Le tenía bastante rencor acumulado, la verdad, porque de pequeños era el que siempre estaba tocándome los cojones y encima en plan bestia. Y sé que hace mucho de eso, pero el peor de mis defectos es que no perdono, me es imposible. Pues resulta que me encontré con un tío completamente distinto, divertido a más no poder, muy amable y carismático (putos capricornio de los huevos, siempre tan guays) Él, que había sido heavy a más no poder, apareció con un pantalón blanco, se bajó del coche y me dio tal abrazo que me quedé hasta cortada (yo creo que es la primera vez que le abrazo en mi vida) Total, que empeñado en que saliese con él más a menudo, que él salía todos los findes y que contase con él si me apetecía salir. Me envió un sms el miércoles para ir juntos a un tándem a practicar idiomas y otra vez ayer para salir este finde. Estoy un poco descolocada, no sé si es buena idea empezar ese tipo de relación con mi primo... ¿Qué pasa si se da cuenta de que estoy como una cabra? ¿O si yo acabo hartándome de él como me ha pasado con tantísima gente? No puedo simplemente pasar de él, es de mi familia, coño.
Llevo 45 días a dieta. En total he perdido 6.5 kg. Hoy me pesé (me tengo que pesar los putos domingos, pero la regla está a punto de venirme y no quiero llevarme un susto mañana) y la báscula marcaba 64. Podría haber sido más, pero también menos. La verdad es que me he estado saltando comidas y matándome a ejercicio, pero si el cuerpo no quiere, pues no quiere. Estoy teniendo momentos, ni siquiera días, de pensar que voy a poder con todo y que no me saltaré ni una coma de la dieta, pero al segundo siguiente estoy histérica y queriendo matarme comiendo. Veremos cómo acaba todo esto porque para el peso que llevo perdido, no hay un cambio físico demasiado potente y eso me está desquiciando. Me consuelo pensando que cuanto más despacio baje, más despacio subiré después, pero a quién quiero engañar, mi cuerpo no funciona así. El verano pasado perdí 4 kg en tres meses y los cogí en cuestión de semanas, así que eso es consuelo de tontos. Encima no sé si realmente me compensa el intentar ser delgada porque para mantenerme voy a tener que hacer auténticos malabares, entre ellos privarme de muchos eventos sociales a los que ya no acudo por miedo a perder el control y comer más de la cuenta. Hasta ahora no tenía que rechazar muchas invitaciones, pero estando en la uni, estando mi prima en la ciudad y encima mi primo tentándome, me estoy cagando en todo.
Estoy supercansada. Las 0.22 de un sábado y ya pensando en ir a la cama. Encima sonando el subnormal de Dani Martín a lo lejos porque hay un recinto de música muy cerca de mi casa y este finde había un festival. Me voy a cotillear algunos blogs y a dormir, que mañana me toca seguir perdiendo el tiempo estudiando. Y digo bien, perder el tiempo.