DíA a DíA

Lo más triste de todo: no me concedieron la beca. Ahora mi futuro profesional está en el comercio, qué ilusión (nótese el sarcasmo implícito) Teniendo en cuenta que sólo había 20 plazas y que yo estoy en el número 88 ya me puedo ir olvidando de que 67 personas la rechacen para que me llamen a mí...

Hoy me han comunicado que me suben a 40 horas semanales por Navidad, así sin preguntar ni nada. Encima de las 8 horas que trabajaré a diario no tengo derecho a ningún descanso (no se lo creen ni ellos, pero déjame morderme la lengua...), los domingos que me toque ir no se me pagarán aparte y para colmo de los colmos como mañana me tocaba librar y cae festivo, ¡¡¡¡me jodo y no se me cambia el día!!!! Se me quedó cara de tonta, te lo juro, y le dije a la encargada que no me parecía normal y ella se rió y dijo que en esa empresa todo era legal pero cogido con pinzas, hay que joderse. Yo quería estar en tienda siempre y cuando no estuviese a jornada completa porque es muy quemado y si tengo que doblar mis horas una temporada no me importa, así gano algo de pasta, pero en estas condiciones más vale que me tire por un puente, me van a explotar, coño. Y la gracia es que las chicas se lo toman con naturalidad, no parece molestarle a nadie... ¿Hola? Vamos a acabar pringando todas, pero qué menos que quejarnos entre nosotras para quedarnos a gusto, ¿no? Encima están organizando una cena entre todas las tiendas por Navidad, cena a la que no me apetece ir en absoluto y mucho menos pagando de mi bolsillo... ¡Casi no conozco a nadie, hostias! Y puede parecer una oportunidad para conocer gente, pero de una noche no salen amigos (al menos a mí) y teniendo en cuenta mi comportamiento cuando estoy en grupos grandes pues ya me está dando pereza.

Los dos últimos comentarios de mi entrada anterior me dejaron pensando. Me hizo gracia la pregunta de Nyu cuando dice "¿Has pensado en tratar de pasar de todo y empezar a mirarle el lado bueno de las cosas?" La respuesta es sí. Un sí rotundo. Y no sólo lo he pensado, sino que lo he hecho, si quieres más datos yo antes era una persona considerada positiva, pero ya por más que trato de ver lo bueno dentro de lo malo, sigo llegando a la conclusión de que no me compensa tanta mierda, de que la balanza no está equilibrada y de que ya me cansé de poner al mal tiempo buena cara. A partir de ahora iré todo el día con cara de perro y quejándome de todo lo que me moleste hasta convertirme en un ser insoportable porque prefiero eso mil veces a mi actitud anteriormente. Katherine me escribió "El propósito es invertir las costumbres: que llegue un día en el que lo que te salga natural sea no comer hasta que tengas hambre o sea tu hora habitual" y no como ahora que mi estado natural es dolor de estómago y pesadez permanente. Sí, sí, creo que mi problema (uno de tantos) es el enfoque, que veo ponerme a dieta como una tortura en lugar de una manera de comer sano o de cuidar mi cuerpo por salud. Quizás si piense en ello con el objetivo de cambiar mis hábitos en lugar de adelgazar haga méritos (o quizás no) Y qué coño, si conseguí desengancharme de la Coca Cola, ¿cómo no voy a poder hacerlo de los hidratos y las grasas saturadas?