Y tAL cOmO sE foRmÓ eL gRuPo, Se RoMpiÓ

Madre mía, nuevo formato de Blogger... ¡Para acabar de liarla! A ver si consigo sacar algo en claro y publicar...

Estoy en la Uni, asqueada de todo. Estoy viendo cosas que no me molan nada y prefiero escribirlas antes de que se me pase el cabreo. Resulta que después de Semana Santa llegó una de las chicas de las que hablé hace dos posts. Estaba supermotivada diciendo que teníamos que poner en marcha un plan para mejorar nuestras notas, que teníamos que ser el nuevo clan de empollones de clase y que teníamos que hacerlo juntas porque éramos un grupo y debíamos apoyarnos las unas a las otras. Yo flipando. ¿Somos un grupo? ¿Desde cuándo? ¿Qué pasó durante la Semana Santa para que pasara de hacerme el vacío a considerarnos un grupo sólido? Nada. Ésa es la respuesta. La peña está loca y punto. Yo comiéndome la cabeza pensando que no sabía hacer amigos y resulta que sí que sé, pero son los demás los que no responden adecuadamente. Me planteé apuntarme a su mierda de plan sólo por no estar sola, pero resulta que el plan consiste en estudiar cada una por su cuenta, así que seguiría estando sola y, encima, amargada. A tomar por culo. Además que paso de amoldarme a lo que los demás quieren con la esperanza de que algún día lleguemos las tres a estar sincronizadas y nos gusten las mismas cosas, eso no va a pasar y me niego a encerrarme en ese grupo si ése es el rollo que llevan. Para que lo entendáis, consiste en hacer las tareas por adelantado para que cuando estemos dándolas en clase podamos salir voluntarias a resolver los ejercicios, pero cada una hacerlo en su casa, a su puta bola, y el plan no incluye salidas los fines de semana ni nada, es más, incluye quedarse en casa también los findes para estudiar. NO-ME-JO-DAS. Con esta tontería llevan las dos estas semanas intentando reclutarme para la secta, con sus más y sus menos, pero en general bien. Pero resulta que ayer faltó la cabecilla y estuve de puta madre con la otra, super de buen rollo, y hoy que volvió, sin saber por qué, volví a quedarme excluida. ¡Sin haber hecho nada! Sólo me dijeron hola esta mañana y después ni me miraron. Está claro: no es culpa mía, es que se les va la pinza. Para colmo, me parecen unas cínicas. Se pasan el día criticando a los empollones de la clase, riéndose de ellos, cuando ellas son igual. Intentan disimular (a saber por qué), pero su único tema de conversación son las asignaturas que tenemos, cómo les salen los exámenes, los trabajos qué tenemos que hacer... Soberanamente aburrido... Les sienta mal sacar un 8 y la cabecilla se pasa los días yendo a tutorías a "resolver dudas", que no es más que un intento de darse a conocer delante de los profesores para que le sumen el punto y medio de participación en clase. Que a mí me da igual, pero que asuma lo que es y que como mínimo tenga la decencia de no reírse de los que hacen exactamente lo mismo que ella. Uff... Es que me sentado muy mal que hoy se hayan largado estando justo detrás de mí sin ni siquiera haberme dicho adiós, coño, que bajamos todas por el mismo sitio, que no les costaba nada... 

Pero es que encima, tonta yo, había hecho un plan completamente diferente con la fanática (la cabecilla, no, la otra). Como dije, ayer estábamos de puta madre las dos hablando como al principio de curso, superbien, y me dijo que quería perder 5 kg durante las cinco semanas que quedan de clase. Casualidades de la vida, yo me había propuesto justo lo mismo (de hecho yo ya llevaba una semana siguiéndolo), así que empezamos un plan conjunto para conseguirlo. Bueno, más o menos, porque ella dice que va a bajar los kilos a su manera (a saber...) y que su ejercicio va a ser patinar (¿se queman calorías patinando?) y bailar como una loca en su habitación... Vamos, que como lo consiga ella antes que yo con ese plan, es para suicidarse de todas todas... Jajajajajajaja... Pero también es verdad que ella no tiene su metabolismo jodido y lo que para ella supone un cambio minúsculo, puede que su cuerpo lo interprete como la polla en vinagre y responda de puta madre. Mi plan es bien diferente. Recordé el modus operandi de la primera dietista a la que fui en mi vida, con 17 años: me cambiaba de dieta cada semana. Así que en esas estoy, voy a hacer una semana de dieta disasociada, una semana de dieta Dukan y una semana de dieta hipocalórica (y vuelta a empezar). Cada una tiene sus cosas buenas y malas, pero como las voy cambiando creo que no llegaré a hartarme de ninguna. Por supuesto seguiré haciendo ejercicio (o salir a correr una hora y cuarto o hacer el vídeo de Body Attack en casa), a ver qué tal. Ahora estoy en la segunda semana, o sea, Dieta Dukan. Me pesé el jueves de la semana pasada y estaba en 60, pero el viernes estaba en 60.5, creo que porque el sábado me vino la regla, así que decidí no pesarme hasta el lunes. Los lunes son los días escogidos para someterme a la mirada severa de la báscula... ¡Juas! Sea como sea, me siento bien y eso es lo importante (a todas éstas, también tengo el Xenadrine... ¡Yuhoo!) Total, que no sé cómo saldrá la cosa ahora con esta chica que me tiene como segundo plato, pero a la que tampoco puedo ignorar porque bien sé que me hace falta alguien que me apoye para no atracarme. Ay, Satanás, qué asco... Con lo que me gustaría a mí tener amigos a lo Alaska y Mario, que se los llevan de luna de miel y todo. Y mira que son raros los cabrones, pero ahí están, dándolo todo siempre juntos. Será lo que me dijo mi madre cuando se lo comenté "Es que es raro encontrar a gente como tú, que siempre viste de negro". Oye, ¡a ver si va ser el color de mi ropa!

Total, chicas, que me voy a repasar, que mañana tengo una exposición oral en inglés y no quiero hacer el ridículo. Me quedaré sola hasta las 5 en la biblio y luego me piraré a casa a merendar y luego correr. Mañana me paso por todos los blogs, que estoy muy desconectada y no me entero de vuestras vidas.