Me invade una sensación de caos constante... No sé poner límites... Idealizo a las personas aunque las acabe de conocer... Mis relaciones personales se caracterizan por su inestabilidad... Vivo en los extremos de la realidad: en un TODO o NADA , en una ingenua credulidad o una desconfianza paraonoide, en el AMOR o en el ODIO... Intento autodestruirme desesperadamente...

martes, 5 de abril de 2016

MeNTiRaS e InJuSTiCiAs

Creo que es una injusticia que teniendo dos carreras y hablando 4 idiomas no tenga un curro decente. Creo que es una injusticia que me hayan engañado para que cogiese un curro en otra ciudad y, al llegar, me haya encontrado con una cosa totalmente distinta. Es injusto que trabaje 12 horas al día y sea la que menos cobre. Es injusto que mis compañeros se libren de currar a diario porque está lloviendo o porque la gente no quiere dar una clase y yo tenga que trabajar incluso cuando requieren mi lugar de trabajo para otras tareas y tenga que ser yo la que se adapte a un nuevo espacio. Es injusto que a los más vago e ineptos les salga todo bien y que yo esté en esta situación con 30 putos años. Lo he hecho todo bien, he hecho lo que se suponía debía hacer... ¿Dónde está mi recompensa? Cada vez tengo más claro que me voy a acabar suicidando, no sé para qué vivo si siempre estoy sufriendo. No digo ahora, ni mucho menos, pero esperar a una muerte natural se me antoja demasiado lejos. Qué mierda todo y qué asco.

lunes, 12 de enero de 2015

ChUpAr No CuEnTa CoMo SeXo

Llevo desde septiembre en Austria. Al principio era todo una mierda, pero las cosas han mejorado. Han mejorado porque ahora conozco gente divertida, no como cuando escribí mi última entrada, un día en el que me dejaron tirada la noche de Halloween a las 10 de la noche. He conocido a varias chicos y lo voy a contar mientras me río por no llorar.

Peter: Austríaco. 25 años. Lo conocí mi primera semana en un bar y yo solo tenía la intención de integrarme en un grupo de aquí. Ni se me pasó por la cabeza liarme con él, no me gusta nada. Después de quedar varias veces y que me invitara a absolutamente todo, me dijo de ir a su fiesta de cumpleaños. Allí me lié con un amigo suyo, mientras él trataba de liarse conmigo. Una historia muy incómoda. La siguiente vez que le vi ya se lanzó y me negué. Supongo que ahí se acabó nuestra no amistad.

Max: Austríaco. 23 años. Lo conocí a los 20 días de llegar en el mismo bar que a Peter. Yo había ido sola y él no dejaba de mirarme. Por supuesto fui yo la que se presentó. Solo había venido para asistir a un congreso y volvía a su ciudad en unos días. Nos vimos dos veces más. La primera vez lo invité a mi casa, pero no pasó nada porque yo iba sin depilar. Ya lo hice una vez sin depilar y lo pasé fatal, no repito experiencia, así que lo eché de casa. La segunda vez que lo vi fue el día que se piraba. Me habría acostado con él, pero me daba palo meterlo a pleno día en casa con mi compañero de piso por ahí, así que tampoco pasó nada. Insistió en mantener el contacto por Whatsapp, a pesar de que yo no quería, pero poco a poco me fue ganando y me enganché. Me dijo que me pagaba un billete para ir a verlo a su ciudad, pero al final la cosa se torció y dejamos de hablar durante más de un mes. Me escribió de nuevo el mes pasado diciendo que no podía dejar de pensar en mí y yo, como lo echaba mucho de menos, no rechisté. Desde entonces solo me habla para mantener conversaciones sobre sexo y confieso haber participado para que se hiciera pajas... Me gusta, joder, me gusta y me revienta porque hace conmigo lo que quiere.

Notboner: Austríaco. Edad (y nombre) desconocida. Lo conocí un día que iba muy borracha y me sentía muy sola durante el tiempo que no estaba hablando con Max. Lo invité a casa y todo parecía ir bien hasta que descubrí que, aparte de tener un pene minúsculo, no se le levantaba. Todo ventajas. No me rendí y le dije que lo intentaríamos de nuevo por la mañana, pero se escabulló mientras dormía. Creo que no era la primera vez que no conseguía una erección y se acojonó. Me sentí como el ser menos sexy del planeta.

Luis: Brasileño. 30 años. El amor de mi vida sin lugar a dudas. Lo conocí la semana pasada en el mismo puto bar en el que conocí a Peter y Max. Juego de miradas y, cómo no, fui yo a presentarme. Todo de puta madre. Me metía mano a saco, me quedé con él y sus amigos cuando los míos se fueron y fuimos a liarnos un rato al baño. Me acompañó a casa y en el portal me dice que se pira. Yo, sin depilar otra vez (es que me da mucha pereza, coño, que hace frío), le digo que suba a casa, que voy sin depilar, pero que suba. Me vuelve a decir que se pira y le digo que al menos coja mi número, pero nos volvimos a besar y al final se fue sin él. No entendí nada. Me quedé otra vez sintiéndome muy poco atractiva.

Mención honorífica para Roman. Francés. 25 años. Lo primero que me dijo al conocerme fue "¿Sabes que esa falda que llevas gusta a los hombres? ¿Qué dirías si un hombre te dijera que quiere dormir contigo nada más conocerte?". Mi cara fue un poema. La conversación derivó en las veces que había estado con españolas, que para él era ninguna porque "chupar no cuenta como sexo". Vamos a dejarlo ahí...

Así que aquí estoy, colgada de Max, un niñato de 23 años con el que mantengo una no relación por Whatsapp porque es la única manera de no sentirme jodidamente sola, a sabiendas de que él se va a tirar a todo lo que encuentre por el camino y de que nunca habrá nada serio entre nosotros. Para colmo, me cargué el móvil, así que ya ni eso me queda. Mi vida amorosa pinta cada vez peor.

viernes, 31 de octubre de 2014

La MiSmA miErDa De SiEmPrE

Ya lo había pensado: Erasmus no es una experiencia alucinante por el simple hecho de ser Erasmus. Lo es porque para la mayoría es la primera vez que salen de sus casas, la primera vez que viven solos, que sienten la libertad y no tienen que dar explicaciones a sus padres, además de conocer a mil personas con las que creen tener una conexión de la hostia porque atraviesan la misma situación. Para mí no hay nada nuevo, de hecho tener que conocer a gente que sé que no voy a volver a ver en mi vida en seis meses me da bastante pereza. Erasmus es la misma mierda de siempre, pero en Austria.

miércoles, 30 de julio de 2014

PaSaDo, PrEsEnTe y A tOmAr PoR cULo

PASADO: Hace dos meses quedé con Sam y sus amigos. Fue una noche genial, de esas en las que te coges un pedo de la hostia porque quieres, porque decides salir de tu casa y beber hasta reventar y, sobre todo, fue genial porque todos íbamos en el mismo plan. A sus amigos los conocía poco y encima las veces que los había visto casi no me habían dirigido la palabra, porque ellos son de esa clase de gente, de los que tienen su grupo de amigos y
no necesitan sociabilizar. Pero esa noche éramos solo nosotros y yo en círculos pequeños gano confianza y soy capaz de hablar más. Nos reímos muchísimo, estuvimos vacilando casi todo el rato, fue perfecto. En esto que Sam se puso a jugar al futbolín con uno de ellos y yo me quedé con el otro, que me pasó la mano por la cintura. Amo que me hagan eso, me pierde, así que le sujeté la mano y nos sentamos juntos. El tío pasó a acariciarme la pierna y pensé que sí, que me liaba con él porque me apetecía. Pero entonces vi a Sam justamente en frente, que dice que solo quiere mi amistad, aunque yo no me lo haya creído nunca del todo, y que me queda poco en mi ciudad,que me voy de Erasmus en breve y que por qué iba a hacerle algo así. Paro al tío, que tampoco se sorprende ni insiste (al fin y al cabo siempre que me ha visto ha sido con Sam, ni sabrá qué hay entre nosotros) y me quedo desconsolada. Me cojo un taxi con Sam para volver a casa y con la borrachera que llevaba, me besa. Craso error. Ya se lo había dejado claro antes, que él y yo nunca podríamos ser nada, y se lo vuelvo a recordar. Me bombardea a mensajes pidiéndome perdón y autoflagelándose, algo totalmente innecesario, y me siento guapa y deseada porque dos chicos se han intentado liar conmigo la misma noche, aunque también algo triste porque el único amigo que tenía acababa de confirmar que no quería solo mi amistad. No lo he vuelto a ver, no me ha escrito en dos meses y sabe que me voy en septiembre. Duele que no quiera verme más solo porque sabe que no voy a liarme con él.

PRESENTE: Como definitivamente me voy a Austria de Erasmus (si el gilipollas del decano no me toca mucho los cojones), tomé la decisión de ir lo más delgada posible. Sin locuras, solo estando a dieta estricta (como no tengo amigos, no tengo que preocuparme por salir y beber y comer) y haciendo ejercicio. Iba de puta madre hasta que a mi familia le dio por hacer un puto asadero. Normalmente no voy porque no soporto a nadie, pero me quedé sin excusas y pensé que así también podría despedirme. Mi plan era ir al mediodía ya comida, hacer acto de presencia y largarme sin devorar, pero todo me salió mal, no pude ni desayunar en casa y acabé comiendo de todo. Desde entonces llevo tres días sin parar. Había bajado de 68 a 64 kg y, tras estar domingo, lunes y martes comiendo de más, hoy vuelvo a estar en 67 kg. En TRES PUTOS días. Asco de vida y asco de todo. Me veo incapaz de retomar la dieta y todo por una mierda de asadero al que ni siquiera quería ir.

FUTURO: Se supone que debería estar pletórica por el viaje, por irme al fin de esta casa que se me cae encima, por ir a un lugar donde voy a conocer gente y sociabilizar (no como aquí, que paso los findes en mi habitación), pero en cambio estoy agobiada, aburrida, desganada. Voy con la pasta justa, a estas alturas no tengo ni billete ni casa allí, no sé cómo coño voy a meter todo lo que necesito en la maleta... Y necesito cosas para parecer medianamente guapa, voy a competir con chicas de veinte años, delgadas y sin complejos. Me encantaría poder ser natural, de esas que se levantan y están divinas con pitillos y el pelo sin peinar, pero ni de coña. Además tengo la idea de irme para no volver, aunque no acabe la carrera, aunque tenga que vivir debajo de un puente, aquí no tengo nada y aun así me resulta tremendamente doloroso irme. Siento que abandono a mi madre, que aunque tengo mis más y mis menos (sobre todo mis menos) con ella, es buena persona. Y siento que tengo demasiadas expectativas, que no haré tantos amigos como debiera porque soy demasiado mayor para estar de Erasmus, que voy a ser un bicho raro y encima sin un pavo. No tengo esperanza en la vida. No creo que me vaya a ir bien de ninguna de las maneras. Quizás la vida no sea para todo mundo.

miércoles, 4 de junio de 2014

GeNtE FeA y GeNtE gUaPa

No solo soy yo. Somos muchas las que dejamos que nuestra percepción de la belleza la decida una persona completamente ajena a nosotras. Si una noche salimos y ligamos, significa que somos guapas y que quizás hemos adelgazado. Si no se nos acerca nadie, en cambio, es que debemos de ser más feas que pegarle a un padre. Y no es así. La belleza es subjetiva y depende de muchos factores.

El otro día salí de mi casa muy contenta. Llevaba algo de maquillaje: sombra, rímel y colorete y me había peinado algo más de lo habitual porque ya no tenía clase y disponía de tiempo libre. Me puse unos vaqueros y camiseta básica y, contra todo pronóstico, me sentía guapa. En la calle noté cómo algunos chicos me miraban, por lo que pude corrobar que mi impresión anterior era acertada. Estaba guapa, coño. Al rato me llamó mi prima (sílfide de 1.75 cm, 50 kg, esteticista y peluquera -siempre impecable-) para quedar un rato y allí que fui. De repente todas las miradas se centraron en ella... ¡Me había vuelto invisible! Los hombres se giraban cuando la veían pasar y yo me fui sintiendo cada vez más miserable. Si ya no me miraba nadie, obviamente no estaba tan guapa, ¿no? En esto que voy a la barra a pedir y ella se aleja para coger mesa y... ¡milagro! ¡Los hombres volvieron a mirarme! Incluso uno se acercó a tontear. ¿Qué mierda estaba pasando? Pues está muy claro, no hay gente fea o gente guapa (dentro de unos parámetros, a ver...), lo que hay es mucho gilipollas, mucha inseguridad y una relatividad como la copa de un pino. Punto. Yo fui exactamente la misma durante toda la tarde: mismo peso, misma ropa y mismo peinado, pero si pones a un pato al lado de un cisne, ¿qué es lo que vas a mirar? No significa que el pato no sea también una monada, pero en comparación siempre va a salir perdiendo. Eso es así.

Pude ver que pasaba algo parecido la noche que celebraba el fin del curso académico. Mis compañeras iban todas monísimas con taconazos y vestiditos. Cuando estábamos bebiendo en el parque, se pusieron a cantar y a armar escándalo. Se acercaron unos tíos en plan Mujeres y Hombres y Viceversa y se pusieron a hablar con ellas. Yo estaba sentada con unas chicas igual de guapas y arregladas, pero en este caso no llamaban la atención porque estaban actuando de forma comedida y lo que buscaban esos chicos era cachondeo. No eran más ni menos feas, simplemente no eran las más llamativas del grupo.

CONCLUSIÓN:

Que le den a los cisnes, de ahora en adelante solo me voy a juntar con patos. No seré yo la que ayude a otras a subir su ego.

lunes, 14 de abril de 2014

El ChiCo deL bArRiL

Tengo un pequeño cuelgue por un tío. Lo conocí hace tiempo en una fiesta
y me lo volví a encontrar el viernes. Yo lo llamo El chico del barril porque la primera vez que lo vi apareció con un barril de cerveza de cinco litros. Las otras veces no me había atraído, pero en esta no sé qué pasó que me moló. Estuvimos hablando casi toda la noche. Cada vez que me veía seria, sola o algo retraída venía a decirme que sonriera y se quedaba dándome conversación. En la discoteca lo abracé y me dijo: "Si quieres puedes hacerlo otra vez", así que lo volví a abrazar. Al menos creo que dijo eso porque no escuchaba una mierda y capaz que pequé de flipada. Hubo un momento en que nos quedamos solos: yo estaba sentada en un muro y él me cogió de la mano para que bailase. No me apetecía y lo acerqué a mí para comprobar hasta dónde podía llegar. Es cierto que se acercó y me abrazó, pero también que decidió retirarse. Me contó que normalmente era más fácil entrarle a chicas extranjeras, que hablar con las chicas de aquí podía resultar difícil. Me tocó la polla esa actitud porque luego los tíos van diciendo que les gustan los retos y que no quieren chicas que les digan a todo que sí. ¡Mentira! Quizás es un gen que solo existe en mi ciudad porque de verdad que es complicadísimo que un tío te entre, son todos unos rajados. En cambio, en Madrid o el extranjero los tíos son mucho más decididos, dónde va a parar. Nos despedimos de una forma muy normal: dos besos y a ver si coincidimos por ahí otro día. A la mañana siguiente una amiga me escribió para decirme que un amigo de El chico del barril le había pedido mi número y no sé si lo hizo realmente para quedar conmigo porque le caí bien o porque el tío este se lo pidió. A día de hoy no me ha escrito ninguno. Y encima me estoy empezando a comer la cabeza. No sé si las cosas pasaron como yo creo o el alcohol me hizo verlo todo más bonito. Pensaba que iba guapísima y acabo de ver una foto de esa noche y de guapa, poco, la verdad... La coña es que esto me pasa mucho últimamente. Las noches son estupendas y las mañanas terribles.

Para rematar, al salir de la discoteca se me acercó un chica que no había visto en la vida y me suelta: "¿A que por amor perdonamos cosas que normalmente no perdonaríamos?" Respondí que yo no (fuerte cínica) y me contesta: "Me gustaría ser como tú. Sé que mi novio me engaña y aun así no puedo dejarle". En estas que viene el colega y ella le dice: "Es por mí, ¿verdad? ¿Es porque estoy gorda?" Por poco mato a la chica ahí mismo. Era guapísima: pelo largo, negro, cutis perfecto, delgada y con un top que enseñaba cuerpazo... Entonces, ¿qué mierda está pasando para que una tía así crea que tiene la culpa de que le pongan los cuernos? Cuando unos cuernos son siempre culpa del que los pone, a mí no me jodas. Me quema mucho esta sociedad. Normal que esté como una cabra.

jueves, 27 de marzo de 2014

Su PuTa MaDrE

Estaba yo en la uni tan tranquila el otro día cuando vi a un chico de mi clase al que no suelo ver y, cuando lo hago, siempre le saludo con bastante ilusión por que me cae caía muy bien. Suelto algún comentario del tipo "¡Hace mucho que no te veo! ¡Nunca vienes!" o "¿Cómo te va? 'Últimamente estás desaparecido...". El otro día hice lo mismo y después continué la conversación y me eché a reír por un malentendido lingüístico. Pues va el gilipollas y me pone cara de perro. Reacciono y le digo que siento haberle molestado, pero que el malentendido en sí me había hecho gracia, que en ningún caso me reía de él. Contesta que siempre hago el mismo tipo de comentarios, que no soy tonta para saber cuando algo molesta o no y que encima tengo la cara de decir ese tipo de cosas cuando yo también falto mucho a clase. Yo flipando. "¿Esto es en serio?", consigo vocalizar. Sigue diciendo que yo no sé nada de su vida, que le sienta fatal que haga lo mismo constantemente. Respondo alegando que mi comportamiento se basaba en la firme creencia de que había buen rollo entre ambos, que por supuesto no era a mala fe y que lo de que me ría a carcajada limpia no lo puedo evitar, que ya me gustaría reírme menos, pero no puedo. Le pregunto si tiene un mal día o si realmente yo le caigo mal. "Es solo por ti. Me acabas de caer muy gorda y como no quiero seguir discutiendo me voy a la biblioteca. Gracias". Mi cara era para sacarme una foto. 

En principio no supe cómo reaccionar y me sentí fatal porque pensaba que el chico era superbueno y le había molestado. Sin embargo, pensándolo bien, yo no hice nada con mala intención y si le molesta que me ría, que se joda. Y si le moslestaba un comentario, podría haberlo dicho antes de otra manera, sin llegar a este extremo en el que yo acabé echa mierda. Que con 28 tacos terminé en el baño de la uni llorando, qué espectáculo. ¿Cómo voy a dejar que un postadolescente me toque los huevos de esta forma? ¿Qué coño le pasa a la gente? ¿Ahora también molesta poner buena cara? ¿Se supone que tengo que ir con cara de lechuga por la vida? Para colmo, esa discusión me creó una inseguridad descomunal y estoy replanteándome todas las relaciones con la gente de la uni por si acaso esté de simpática con alguien cuando en realidad le caigo como el culo. Lección número uno: no tratar a mis compañeros de clase como adultos porque no lo son aunque se empeñen en fingir que sí.

Ya para rizar el rizo, mañana tengo la reunión de asignación de plazas de Erasmus. Mi destino era Graz, tengo nota suficiente para elegir el destino que a mí me dé la gana, y esta mañana recibo un mail de la coordinadora diciendo que no es buena idea porque en esa uni dan por hecho que voy a tener un nivel B1/B2. Me pongo a llorar porque no es normal que me curre tanto las cosas y que me salgan tan mal y miro el listado de universidades y resulta que todas las de Alemania piden el mismo nivel. Muchos de mis compañeros fueron a esas unis con mi mismo nivel y aprobaron todo, entonces... ¿qué me están contando? Obviamente no va a var un sitio donde te den clases de Traducción A1, eso es ridículo, pero a pesar de mi insistencia la profesora dice que no coja ese destino. No sé si es que no quiere trabajar o de verdad cree que lo voy a pasar mal allí, pero es que ya no me sale ponerle al mal tiempo buena cara. Todo es una enorme mierda.